Suelen aparecer debido a cambios bruscos de peso, es decir, al estiramiento excesivo de la piel y suelen ser más propensas en pieles blancas. Durante el embarazo y la pubertad hay que añadir la mayor cantidad de estrógenos, que aumentan las probabilidades de aparición debido a la inflamación de la piel acompañada de la dilatación de los vasos sanguíneos.
Prevención y tratamiento:
Las lociones de gran poder emoliente y nutritivo suelen ser muy eifcaces para su prevención y reducción, ya que incrementan la elasticidad de la piel. El aceite de Rosa Mosqueta tiene demostrados sus buenos efectos sobre la dermis. También son beneficiosos los aceites vegetales, el coco, la oliva y la manteca de cacao.
Tras una intervención quirúrgica, los masajes aportan grandes beneficios, ya que estimulan la circulación y distribuyen el colágeno de forma uniforme, lo que provoca una cicatriz menos evidente.
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